Ana Julia Quezada cumple su cuarto día en prisión. Allí se le ha aplicado el protocolo de prevención de suicidios, con una reclusa de confianza que le acompaña durante todo el día.
Ella es su única compañía en una cárcel con capacidad para 900 reclusos. En el módulo de mujeres hay 42 internas, pero Ana Julia está en el módulo de aislamiento por seguridad. "El desayuno y el almuerzo lo hace dentro de la celda y no baja al comedor", explica Juan Cano, periodista del 'Diario Sur'.
Nada más ingresar en prisión Ana Julia Quezada hizo una llamada a su madre para pedirle dinero.
El sábado recibió la visita de sus abogados. En 'Expediente Marlasca' contaron que estaba preocupada por lo que podía encontrarse al llegar a la cárcel, dada la repercusión mediática del caso. Los letrados aseguraron que ya está más tranquila y relajada, ayudada por la medicación.
Ahora no se descarta un traslado, porque, cuando salga de aislamiento, la convivencia de Ana Julia Quezada en la prisión puede ser complicada.
"Le habían lavado el cerebro"
De California a Manresa para rescatar a su hermana de una secta: "El cura me agarró y me tiró al suelo"
El contexto Adriana di Gerónimo se enteró de que su hermana estaba recluida en una congregación católica que había recibido denuncias por abusos sexuales. Al recibir la noticia, no dudó en dirigirse a Manresa para ayudarla.