Víctor tiene seis años y con 18 meses fue diagnosticado con atrofia medular espinal de grado II. Como a todos los niños de su edad, lo que más le gusta es jugar y con el exoesqueleto pediátrico lo puede hacer de pie.

Él ha sido uno de los afortunados que ha podido usarlo de manera experimental durante un mes, y aunque no recuerda la primera vez que se lo puso sus padres no la olvidan. "Su sonrisa fue espectacular", relata la madre a un equipo de laSexta.

Pero a partir de ahora serán más los pequeños que puedan beneficiarse del aparato puesto que ya ha sido aprobada su comercialización internacional. El exoesqueleto ha sido creado en España y lo vimos por primera vez hace ocho años a través de Álvaro, cuando solo tenía tres.

Hoy, con 10 años, Álvaro ha ganado fuerza, musculatura. Al igual que lo ha hecho Víctor, cuya madre asegura que ha notado mucha más fuerza en el tronco gracias a su uso, y también le ha ayudado psicológicamente, porque le encanta ponerse de pie y andar.

A partir de ahora, 17 millones de niños de todo el mundo van a contar también con sus beneficios, porque el exoesqueleto sale del terreno del ensayo y llega al de la terapia diaria. "El objetivo es que lleguen a todos los hospitales de nuestro país y lo puedan usar todas las familias sin excepción ninguna", explica la doctora Elena García Armada, directora de Marsi Bionics.