Así ha justificado Sáez el hallazgo en su casa de multitud de libros sobre el Islam y la Yihad, así como un Corán donde había hecho anotaciones, aunque ha remarcado que toda referencia a la violencia eran para su conocimiento particular. "Lo tenía para mí", ha reiterado varias veces.
"Me convertí al Islam en mayo de 2012 porque estaba prohibido beber y fumar. Y frecuentando la mezquita cada día me empecé a preguntar cómo es posible que en el Islam no haya habido una reforma y cómo no tuvieron una ilustración como en Francia, precursora de ideas. En la mezquita no me pudieron dar información sobre eso. Así que tuve que ir a bibliotecas, buscar en internet... para estudiar la historia del Islam y del mundo árabe y centrarme en el conflicto con la cristiandad europea", ha explicado.
De este modo, ha apuntado que no creó la 'Fraternidad islámica. Grupo para la predicación del Yihad' para adoctrinar o enviar combatientes a Siria, sino que lo hizo sólo para él. "Yo no constituí un grupo. Lo tenía para mí, copiado de los libros, pero sin expandirlo a nadie. Sólo para mí, ya está", ha dicho.
Por eso, Sáez, para quien la Fiscalía pide 19 años de prisión integración y colaboración con organización terrorista, ha insistido en que no ha adoctrinado a nadie y que no repartió folletos o panfletos propagandísticos sobre la Yihad a ninguno de los otros nueve acusados, de los que dice conocer sólo a unos pocos y casi siempre de encuentros "casuales" y "esporádicos".
También ha negado haber entregado a uno de los investigados, Taofiq Mouhouch, un folleto escrito por él sobre 'Fraternidad Islámica', a pesar de que lo encontraron en los registros. "No sé cómo llegó a su casa, pero cuando registraron mi casa estaba allí. No sé lo que hizo la Policía después", ha señalado.
Sáez también ha dicho desconocer el viaje que tres de los acusados -Mouhouch, Kayke Luan Ribeiro 'Hakim' y Mohamed el Gharbi- emprendieron en coche hacia Turquía para presuntamente pasar desde allí a Siria para enrolarse en las filas del Estado Islámico.
En cuanto a la reunión que supuestamente mantuvieron los miembros de la célula en la peluquería de Terrassa en la que trabajaba Sáez, éste ha comentado que los demás simplemente fueron a saludarle y que bajó el cierre del establecimiento mientras rezaban. El encuentro, ha añadido, no duró más de media hora.
Como han hecho otros acusados durante el juicio, Sáez ha declarado que supo que había un agente de los Mossos d'Esquadra infiltrado en el grupo después de ser detenido. Según su versión, era uno de sus clientes en la peluquería y que era el que hablaba de "atentar" por sus "ideas extremistas de extrema derecha". "Era el que me incitaba y el que propuso muchas cuestiones. Provocaba esa situación para que dieras una respuesta sobre la Yihad", ha apuntado.
Sáez ha finalizado su declaración asegurando que condena cualquier tipo de acción violenta en defensa de la religión y que le parecen una "barbaridad" las ejecuciones por decapitación del Estado Islámico.