Vicente Sotto, presidente del Senado de Filipinas, acusa a Islandia de las altas cifras de abortos después de que el país nórdico impulsara en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas la apertura de una investigación por los miles de muertes registradas en la guerra contra la droga puesta en marcha por el presidente filipino, Rodrigo Duterte.

"Tienen más bebés no nacidos que han abortado o matado. Hay más asesinatos en abortos que de camellos de drogas que luchan contra la Policía", afirma Sotto a la cadena de televisión ANC. El presidente del Senado de Filipinas denuncia la inexistencia de moral por parte de los isleños para dar lecciones a su país respecto a Derechos Humanos. "Por ello debemos ignorar esa resolución", recalca Sotto.

Estas declaraciones de Sotto hacen referencia a su negativa a cooperar con la investigación que ha ordenado abrir el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas por los miles de muertos en operaciones policiales en la guerra contra las drogas en virtud de una resolución presentada por Islandia.

Más de 6.600 personas han muerto a manos de la Policía de Filipinas en operaciones antidroga desde que su presidente, Rodrigo Duterte, pusiera en marcha esta campaña a su llegada al poder en junio de 2016. La policía niega la comisión de irregularidades, pero Los críticos con el mandatario y las organizaciones de Derechos Humanos denuncian que se trata de ejecuciones.

"¿De qué Derechos Humanos están hablando?", cuestiona Sotto, para después recalcar que las acciones de los traficantes de drogas basadas en luchar contra la Policía y destruir familias les llevan a perder sus Derechos Humanos. Salvador Panelo, portavoz de la Presidencia de Filipinas, advierte de que ningún país debe entrometerse en los asuntos de Estado de Filipinas.

"Todos los incidentes en la guerra contra la droga quedan registrados y son computados. Todo lo que tienen que hacer es preguntarnos, no prejuzgarnos", señaló Panelo en una rueda de prensa. "Les corresponde rendir respecto a un país soberano", añadió el portavoz de la Presidencia de Filipina.

La posible apertura de una investigación sobre las muertes de la guerra de la droga por parte del Consejo de Derechos Humanos tampoco dejó indiferente ni al propio propulsor de dicha guerra, Rodrigo Duterte, el presidente filipino.