Según publica 'La Vanguardia', la presa, encarcelada en la prisión de Wad-Ras, al igual que Rosa P., declaró ante el juez que la acusada del crimen de Foix le confesó que no sabía cómo los investigadores no notaban que ella había envenenado a su expareja.

La interna también aseguró que había sorprendido a Rosa P. buscando en Internet si se podía saber la causa de la muerte en un cadáver calcinado. También en la prisión de Wad Ras, en la que permanece desde mayo pasado acusada de matar a su expareja, junto a otro urbano -también encarcelado-, Rosa P. urdió supuestamente el asesinato de su exmarido -en este caso un agente de los Mossos d'Esquadra- desde la prisión, que la denunció por ello ante la policía catalana.

En concreto, Rosa P. habría manifestado explícitamente y repetidamente a otras reclusas el deseo de contratar a un sicario para que asesinara a su exmarido, al que decía odiar por dificultar las visitas de sus dos hijas con los abuelos maternos.