Dos incidentes en tres meses en el mismo aeropuerto, el de Bilbao. Primero un buitre leonado chocó con la turbina de un avión cuando iba a aterrizar. Después un Airbus con destino París recibió el impacto de otro buitre nada más despegar. Regresó al aeropuerto con un solo motor.
"El riesgo es alto porque estadísticamente tragarse un pájaro con un motor es muy difícil y que sea con los dos es prácticamente imposible, pero la posibilidad esta ahí", explica el piloto instructor, Julen Achiaga.
Los expertos califican los incidentes como muy graves. Y advierten de que caso de chocar contra naves más ligeras como un helicóptero las consecuencias podrían ser peores.
Para ahuyentar las aves el aeropuerto utiliza un sistema de cetrería, pero los choques con buitres han tenido lugar fuera de sus límites.
En el último año, los pilotos han contabilizado más de 400 aves carroñeras en zonas cercanas al aeropuerto. Cambiar de sitio los comederos de los buitres podría alejarlos del entorno del aeropuerto bilbaíno.