Las desaladoras que proporcionarán agua a las plataneras de La Palma que siguen sin riego comienzan a funcionar este sábado. La preocupación es ahora la lluvia. Y es que el agua se mezcla con las cenizas que están en el aire y las que se acumulan en tierra, de manera que la mezcla será una pasta densa que coge peso y puede provocar derrumbes de edificios.

Preocupan, así, los tejados, desagües y alcantarillas. Por ello, para evitar los derrumbes, vecinos de Los Llanos de Aridane, así como voluntarios y personal municipal, se han afanado desde primera hora de este sábado para ir quitando la ceniza del pavimento, de los tejados, de las ventanas y también de las entradas de los comercios.

Mientras, el tiempo parece que da una tregua, aunque la prevención es siempre la mejor aliada en estos casos. Por el momento, hay trabajo para rato de retirada de ceniza, ya que no para de caer y ya se ha convertido en casi parte del paisaje.