En primer lugar, los agentes investigan la muerte de Verónica. Según ellos, se trata de un suicidio: la joven se ahorcó en su casa con una sábana. Fuentes policiales apuntan a que habría discutido fuertemente la noche anterior con su marido.

En el punto de mira se encuentra ahora la difusión masiva del vídeo sexual que podría haberla llevado a tomar esta decisión. La policía investiga quién ha podido pasar las imágenes en un primer momento y también a todas las personas que después lo habrían compartido. Ya se han realizado entrevistas con todo su entorno. "Mucha gente no lo ha visto. No nos tienen que tomar a todos por igual", afirma una de las personas a quienes los agentes han tomado declaración.

Investigan a un antiguo amante de Verónica en Iveco como sospechoso de haber difundido el vídeo sexual

Los agentes trabajan con dos hipótesis: por un lado, que una expareja quisiese coaccionar o chantajear a la joven. Esto podría suponer un delito de hasta tres años de cárcel en función de la gravedad; por otro lado, que alguien decidiese difundir las imágenes por morbo e interés, pero ahí también se podría estar cometiendo un delito de revelación de secreto con penas de hasta un año de prisión.

"En caso de que a nuestro terminal llegue un vídeo con contenido multimedia que pueda ser comprometido tanto para nosotros como para otra persona, tenemos que tener en cuenta que no podemos ni debemos reenviarlo", recuerdan desde la Policía Nacional.

Lo que descartan por el momento las autoridades es que se trate de un caso de violencia machista, algo que sí apuntan voces como la de la secretaria de Estado de Igualdad. Murillo asegura que no se ha protegido a esta joven y que hay ue señalar, según sus palabras, a la mano sucia que difundió las imágenes.