La joven canta, ríe y espera un taxi. Es un vídeo reciente, grabado con teléfono móvil por su acompañante. Aparece en una web, de la que se ha ocultado el nombre, porque el documento sigue ahí, abierto a cualquiera.

Acompañan las imágenes de la víctima con un texto insultante en el que aseguran que "difundir su identidad es un deber y obligación ciudadanos".

Se autocalifican como "la mayor publicación de noticias centrada en el racismo y el antisemitismo" y dicen "luchar fanáticamente contra el judío".

Hay un posible delito de injurias, calumnias y amenazas. La Policía Nacional ha enviado un informe al juzgado y el juez está estudiándolo, pero las imágenes continúan propagándose. ¿Por qué no se eliminan si el juez prohibió difundir cualquier imagen del sumario?

"Lo único que no se puede difundir es el contenido del sumario, es decir, el vídeo, por ejemplo. Se podrían difundir imágenes siempre y cuando sean respetuosas", explica Pablo Piñeiro, abogado de 'Fuster-Fabra'.

No es la primera vez que esta web publica información de la víctima. En mayo ya subió vídeos y fotos de ella en la piscina y con amigos, insultándola y poniendo en duda que sufriera abusos sexuales.

"¿Por qué la página no está cerrada? La Fiscalía o la justicia ya la tendría que haber cerrado", señala Blanca Estrella, presidenta de Asociación Clara Campoamor.

Según Jose María Benito, portavoz del Sindicato Unificado de Policía, "el procedimiento no es tan sencillo porque son páginas web que pueden estar alojadas en países extranjeros".

El abogado de la víctima y varias asociaciones feministas lo han denunciado, pero las imágenes siguen ahí.