Más de 102.000 hectáreas calcinadas en 2015, el doble que el año anterior. Las llamas han dejado un panorama desolador. Según Medio Ambiente, un tercio de los incendios de 2015 se declararon en diciembre, un mes atípico para las llamas.

En plena Navidad, se quemaron más de 2.000 hectáreas de alto valor ecológico en el norte. Según el gobierno de Cantabria, un 99% fueron provocados.

"No hay un interés económico en quemar, en el caso de las actividades ganaderas, pero sí de las subvenciones que reciben por disponer de ese pasto, ahí si que hay", comenta Theo Oberhuber, coordinador de campañas de Ecologistas en Acción.

Los expertos creen que la política de prevención y repoblación está fallando. "Hasta ahora, las políticas forestales se han basado, sobre todo, en pinos y en eucaliptos que tienen una gran propension a arder, son de crecimiento más rápido y realmente esta ha sido una política forestal equivocada", afirma Fernando Prieto, ecólogo.

El pasado año aumentó el número de grandes incendios de siete a 14. Los más importantes son el de la Sierra de Gata en Cáceres; el de Quesada, Huesa y Pozo Alcón en Jaén; y el más grande, en Cinco Villas, Zaragoza, donde se quemaron más de 14.000 hectáreas.

Datos oficiales apuntan a que la mano del hombre está detrás del 96% de los incendios forestales.