En la operación, los agentes han detenido a nueve personas, cinco de ellas en Madrid y cuatro en Francia. De ellas, seis ya han ingresado en prisión.

Según puso de manifiesto la investigación, la red cobraba 8.000 euros a cada palestino para introducirlos en España por el aeropuerto de Adolfo Suárez-Madrid Barajas, por lo que la organización, que operaba desde el pasado mes de enero, habría obtenido unos beneficios de 9 millones de euros.

Una vez en suelo español, los palestinos pedían asilo para tener acceso al territorio Schengen, pero lejos de quedarse en España, la red les introducía en monovolúmenes y les trasladaban a Bélgica y Alemania.

Las pesquisas se iniciaron cuando la Policía observó que desde enero se habían incrementado de forma notable las peticiones de asilo por parte de ciudadanos palestinos.

Así, los agentes observaron que detrás de estas solicitudes, con las que obtenían acceso al territorio nacional, no existía intención real de continuar con el expediente administrativo, sino que lo que había era una red especializada en el tráfico de personas de origen palestino que procedían de Oriente Medio con destino a Europa.

Todo comenzaba en Líbano, donde la organización captaba a refugiados palestinos y, previo pago de esos 8.000 euros, les proveía de un documento de viaje como refugiados en territorio libanés.

Después, se establecía una ruta de inicio de viaje Líbano-Etiopía-Brasil-Bolivia, con un documento al que acompañaba un visado turístico para ese último país latinoamericano.

Cuando los palestinos hacían la vuelta de ese supuesto viaje turístico, realizaban un tránsito ficticio en España y era aquí donde pedían la protección internacional.

Y todo ello con la participación de personas residentes en Líbano, que colaboraban con la red en la organización del viaje a Latinoamérica y la vuelta a España, además de dar a los palestinos las instrucciones precisas para solicitar asilo y el contacto con el grupo criminal en Madrid.