El informe policial confirma que Guerrero se presentó en la oficina de Tablada, en Sevilla, en la mañana del lunes 25 de junio, apenas tres días después de salir en libertad, pero no puede acreditar quién solicitó la cita previa.

El sistema no permite conocer quién la solicitó, el día ni la hora, de modo que se está a la espera de las gestiones que haga al respecto la División de Documentación de Madrid, cuyo resultado será enviado a la Audiencia de Navarra.

El jefe superior explica a los magistrados de Navarra por qué no comunicó inmediatamente la incidencia: porque estaba en una reunión en Madrid y más tarde en una visita a la Fiscalía Superior en Granada y pensaba que, en su ausencia, se había informado de lo ocurrido tanto a la Jefatura Central de Coordinación y Seguridad Ciudadana de la Policía como a la Audiencia de Navarra.

A su juicio, se trata de un "error involuntario y desconocido" hasta que la Audiencia de Navarra requirió el informe, error que achaca a la "cierta complejidad" que existe en el conocimiento de la cadena de mandos.

En su informe, fechado el pasado 28 de junio, el jefe superior añade que su explicación no pretende ser una "excusa o justificación banal" y reitera su compromiso y el de todos los agentes a su cargo con la legalidad y la Administración de Justicia.