Un agente de la Policía de Zalla, un municipio de Bizkaia a 30 minutos de Bilbao, ha tenido que disparar dos veces a un perro. El motivo: el can, acompañado de otro animal de su misma raza -malinois- llega corriendo y ladrando hasta el coche patrulla, y comienza a cercar al policía.

Minutos antes, la pareja de perros, que andaban sueltos y con una actitud agresiva, ya habían intimidado a varios vecinos. Especialmente, a dos niños pequeños que, tras ser acorralados, tuvieron que refugiarse en un portal cercano junto a su padre.

La Policía Local de Zalla acudió a socorrerles. Tras el incidente, los dos perros están capturados y uno de ellos, herido.

No es la primera vez que sucede algo similar en la localidad. Los canes, dos pastores belgas malinois, son de una familia conflictiva de la zona que ya había tenido problemas con los vecinos.

La raza de los animales no está considerada como peligrosa. Sin embargo, y como todos los animales, sí pueden tener reacciones agresivas debido a la educación.