Rubén G.R, de 32 años y encargado de los cines en ese momento, facilitó la información necesaria a los otros dos autores para que accedieran a las salas y colaboró de manera activa dejando una de las puertas traseras de acceso al recinto, facilitando de esta manera la entrada a sus dos compinches. Todas las pesquisas, como el complicado acceso al lugar donde se cometió el atraco y la gran cantidad de dinero procedente de la recaudación, indicaban que la autoría de este delito podría corresponder a alguien con información y cercanía al lugar para realizar el atraco.

Cuando el encargado se encontraba en su puesto de trabajo, los otros dos implicados entraron en el local, lo maniataron y lo dejaron encerrado llevándose la recaudación del fin de semana. El encargado de las salas avisó a los servicios de emergencia después de dar tiempo suficiente a sus cómplices para que huyeran.

La investigación se inició a raíz de una denuncia presentada en la comisaría del distrito Centro el pasado 31 de agosto. La llamada al teléfono de emergencias de una persona comunicando que había sido víctima de un atraco alertó a los agentes, que se personaron instantes después junto con efectivos sanitarios y de bomberos, teniendo que liberar a la víctima que se encontraba atada de pies y manos.

Todas las pesquisas, como el complicado acceso al lugar donde se cometió el supuesto atraco y la gran cantidad de dinero procedente de la recaudación, indicaban que la autoría de este delito podría corresponder a alguien con suficiente información y cercanía al lugar para la comisión efectiva del atraco.

Además, los agentes contaron con una muy escasa colaboración por parte de la supuesta víctima del atraco, quien mostró numerosas incongruencias en sus declaraciones.

Nerviosismo e incongruencias
La víctima de los cines fue citado a declarar en dependencias policiales en dos ocasiones y se realizó una reconstrucción de los hechos en el propio cine. La primera versión ofrecida resultó poco creíble e inverosímil para los agentes, a lo que se sumó el nerviosismo e incongruencias aportadas para describir el robo.

Finalmente el propio encargado confesó que quería contar la verdad de lo sucedido, declarando que todo había sido planificado previamente. Por tal motivo se procedió a su detención y a la de los dos cómplices que llevaron a cabo el atraco, acusados de simulación de delito y apropiación indebida.

Además otra persona de su entorno fue imputada en los hechos. Dos de los detenidos ya contaban con antecedentes por robo y ahora los tres están acusados de simulación de delito y apropiación indebida. La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la Comisaria de distrito de Centro pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.