Desde el observatorio y la asociación que coordina todas sus acciones, Arcópolis, explican que el último hecho se produjo hace tan sólo unos días, cuando unos jóvenes fueron expulsados de un bar del distrito centro después de besarse en la boca.

Otro joven gay fue agredido a plena luz del día en el distrito de Vallecas en su barrio con patadas y puñetazos mientras el agresor le llamaba "maricón, travesti, sidoso y comepollas".

Ataques contra los que se gritará "basta" en la Puerta del Sol, en un concentración convocada por el observatorio, con el objetivo de visibilizar la indignación social y solicitar una mayor implicación a las instituciones madrileñas en la lucha contra esta lacra.

Pero, ¿han incrementado estos sucesos? Rubén López, vocal de delitos de odio de Arcópoli no tiene dudas. "Por supuesto que sí. Claro que existe un repunte", dice antes de detallar que es a partir de 2013, con seis agresiones, cuando comienzan a aumentar estos hechos y que sólo en los primeros cuatro meses de este año superan las 60 agresiones, una cada dos días.

Frente a esta impresión, las fuentes policiales consultadas no creen que en las calles de Madrid haya aumentado la homofobia. De hecho, los investigadores concluyen que, en muchas ocasiones, el motivo de la agresión no está relacionado con la orientación sexual de la víctima.

Con todo, la Policía anima a denunciar cualquier hecho, algo en lo que trabaja Arcópolis, que sostiene que este aumento se debe a que el colectivo gay joven es más espontáneo que el de hace años y no tiene reparos en mostrarse tal y como es en la calle.

El perfil de la víctima es precisamente ese: hombre menor de 30 años que tiene problemas una vez se aleja del barrio de Chueca, su "zona de protección", especialmente los fines de semana y ya de madrugada.

También a día de hoy, dice, "sigue existiendo la vergüenza de revelar a un hombre uniformado de policía que te han pegado por ser maricón", sin olvidar, añade, que cuando uno es víctima de una agresión no se lo cuenta a casi nadie, "lo único que quiere es olvidarlo".

Arcópolis lucha para concienciar en la necesidad de denunciar cualquier "incidencia homofóbica" y ha dado pasos para invertir esta tendencia con el apoyo de la Policía y las instituciones.

Es el caso de la Delegación del Gobierno, que anunció relanzar una campaña de sensibilización y ha reafirmado en repetidas ocasiones su compromiso y el de las fuerzas de seguridad para combatir estos hechos.