Desde el 1 de enero, el código penal de Dinamarca determina que el sexo sin consentimiento expreso es violación. Un hecho que ha propiciado la aparición de una polémica aplicación de móvil que trata de materializar ese consentimiento a la hora de mantener relaciones sexuales.
A pesar de que la aplicación de móvil está creada para que ambas partes den su consentimiento para mantener relaciones sexuales mediante un 'contrato', cuenta con numerosos vacíos que podrían generar un problema para la víctima.
Tras dar el 'sí', el consentimiento dura 24 horas y puede retirarse en cualquier momento si uno de los dos no quiere seguir, pero para ello hay que revocar el contrato introduciéndonos de nuevo en la aplicación.
Una situación que, según el escenario en el que se produzca, plantea diversos problemas. Por ejemplo, tal y como explica Yolanda Basteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, "es posible que el móvil se haya perdido o que te quedes sin batería".
Pero podría darse una situación aún más grave, como por ejemplo que la otra parte del contrato lo extraiga para que la relación siga apareciendo como consentida y cometer una violación o que el propio violador otorgue el consentimiento por las dos partes mediante la coacción.
Los desarrolladores de la aplicación, sin embargo, afirman que está creada para dejar constancia de la aceptación mutua y sostienen que incluso podría ser utilizada en juicios por violación; pero, ¿a quién beneficiaría realmente en ese caso?
"En algunas situaciones lo que puede es todavía complicar más las cosas y perjudicar a las mujeres", ha sostenido Basteiro que, como otros investigadores, consideran que podría beneficiar al acusado.