El documento titulado 'La Revisión de las Libertades Religiosas en Australia, parcialmente filtrado por el diario 'Sydney Morning Herald', propone cambiar la ley federal de Discriminación Sexual para que las escuelas puedan excluir a las personas por su orientación sexual, identidad de género o estatus de relación.
"Es de suma importancia para algunas comunidades escolares cultivar un entorno y una ética que se ajusten a sus creencias religiosas", dice un extracto del informe entregado en mayo al Gobierno de la coalición Liberal-Nacional, que aun no ha sido divulgado y que es discutido por el Gabinete.
"En la medida en que esto se pueda hacer en el contexto de las salvaguardas apropiadas para los derechos y la salud mental del niño, el panel acepta su derecho de seleccionar, o de dar preferencia, a los estudiantes que defiendan las convicciones religiosas de esa comunidad escolar", añade el escrito.
Australia ya cuenta con algunas provisiones legales que permiten la discriminación de estudiantes y profesores homosexuales y en algunos estados algunas escuelas tienen este poder discrecional. Las enmiendas, que según el diario se aplicarían solo a los nuevos aspirantes, extendería esta prerrogativa y la haría uniforme en todo el país.
"La ley vigente ya permite que las escuelas hagan exactamente lo que dice el informe", indica a la prensa el primer ministro, Scott Morrison, que precisa que el Gobierno valora el informe para dar una "respuesta equilibrada".
El informe, elaborado por un panel encabezado por el ex fiscal general Philip Ruddock, rechaza que las empresas invoquen las razones religiosas para rechazar la prestación de servicios ya que supondría "infringir otros derechos humanos" y "causaría daño innecesario a grupos vulnerables". La oposición laborista ha anunciado que no apoyará la reforma que su portavoz en Educación, Tanya Plybersek, y ha tachado de "propuesta perturbadora".
El copresidente de la campaña a favor de la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, Alex Greenwich, ha exigido que se descarte esta propuesta mientras que la portavoz de Amnistía Internaciona, Emma Bull, ha asegurado que las escuelas privadas y religiosas no deberían recibir fondos del Estado si van a tener excepciones adicionales frente a la ley de discriminación.
"La santidad de la religión no debe ser usada para justificar la discriminación o marginación", ha dicho Bull a la cadena 'SBS'. El Gobierno de la coalición Liberal-Nacional, que incluye a una potente ala conservadora, pidió que se analizara si el derecho de culto de los australianos estaba adecuadamente protegido durante el debate sobre el matrimonio entre personas el mismo sexo que fue aprobado en diciembre pasado.