"Nos pueden quitar la evaluación"
Sin poder ir a clase por los peregrinos: los alumnos de O Pino (A Coruña) denuncian el abandono de la Xunta al transporte público
Los detalles En muchas ocasiones, al llegar a su parada, los estudiantes se encuentran con que el autocar va repleto de peregrinos que están haciendo el Camino de Santiago y se quedan sin sitio para poder llegar al instituto.

Sin poder ir a clase por culpa de los peregrinos. Es el drama al que cada día se enfrentan los alumnos de O Pino, en A Coruña, que cada día se tienen que desplazar a Santiago de Compostela para ir al instituto. En muchas ocasiones, al llegar a su parada, los estudiantes se encuentran con que el autocar va repleto de peregrinos que están haciendo el Camino de Santiago y se quedan sin sitio.
Claudina Feijóo, madre de uno de los alumnos afectados, relata que el drama se acentúa cuando las condiciones climatológicas son adversas, ya que a los peregrinos más mayores se les hace cuesta arriba la última etapa: "Sobre todo, los días de lluvia, mucha gente mayor no quiere caminar".
Eso hace que decenas de estudiantes, como Rodrigo Gómez, acumulen retrasos en su llegada a clase que no siempre son fáciles de justificar: "Algunos profesores, los más majos, nos entienden, pero otros nos ponen falta".
Algo que puede poner en peligro su futuro académico, como denuncia Daniel Vieites: "Algunos hacemos FP y nos pueden quitar la evaluación. En temporada alta, el bus de las ocho se turistifica y el siguiente no pasa hasta las diez y media de la mañana".
Ante esta situación, los propios alumnos de los pueblos que la línea recorre antes de llegar a O Pino indican a sus compañeros cómo de lleno va el autobús y si tienen hueco para subirse. Ante la posibilidad de quedarse tirados, los padres se organizan para acercar a los jóvenes a Santiago, lo que condiciona todo su día. "Algunos padres somos autónomos y podemos dejar de trabajar y subirlos, pero es un gasto y nos interrumpe el trabajo", explica Claudina Feijóo.
Por ello, reclaman una mayor frecuencia a la Xunta, la responsable de esta línea, ya que no pueden pedir un bus escolar debido a que el bachillerato no forma parte de la educación obligatoria. Sin embargo, la empresa que presta el servicio se niega a poner más autobuses, asegurando que la oferta se ajusta perfectamente a la demanda.