Una de cada cinco mujeres de la Unión Europea no puede permitirse comprar productos menstruales. La pobreza menstrual existe, y la pandemia la ha acrecentado. Por eso, vuelven a alzar la voz para reclamar que este tipo de productos se desgraven con un IVA de primera necesidad, al igual que se hace, por ejemplo, con la viagra.
A lo largo de su vida, una mujer puede utilizar 14.000 productos menstruales y gastar alrededor de 4.500 euros en artículos de un solo uso a lo largo de toda una vida. Unas cifras que no son asumibles para muchas mujeres.
De hecho, la pobreza menstrual es un problema que afecta a todo el mundo. Miles de niñas tienen que ausentarse del colegio por no tener acceso a estos productos en países como Mozambique o República Dominicana.
En nuestro país, muchas mujeres tampoco tienen acceso a artículos de higiene. Actualmente, este tipo de productos están gravados en España con un 10% de IVA, mientras que otros como la viagra solo tributan al 4%.
Desde la Asociación Menstrual 'lavidaenroja.org' defienden que la posibilidad de adquirir estos productos básicos es una cuestión de dignidad universal, y por eso piden "la reducción al IVA del 4% y la distribución de productos de higiene menstrual de manera gratuita en ciertos colectivos".
Este 10% es el mismo IVA que se aplica a los espectáculos deportivos o a los festejos taurinos. Un dato que evidencia que los tampones y las compresas no se consideran como bienes de primera necesidad.
Mariña F. Escañiz es la creadora de la ONG 'Cromosomos X', que lucha para corregir la desigualdad de género que provoca la regla en países pobres. Lo hace promoviendo productos menstruales reutilizables que pueden suponer un ahorro anual de entre 18 y 119 euros por persona.
Y es que, como ha explicado Mariña, esta organización sin ánimo de lucro demuestra "lo invisibilizada que está la cuestión menstrual y el tabú tan grande que es para que no hayamos conseguido que estos productos se entiendan como una necesidad, que es lo que son".
La pandemia también ha agravado esta situación de recursos de miles de mujeres a nivel global. Al menos 500 millones de mujeres no tienen recursos para gestionar su menstruación y una de cada cinco mujeres no puede permitirse productos menstruales en la UE.
El no tener acceso a productos menstruales supone un gran impacto en la vida de algunas mujeres, llegando a no poder acudir al trabajo o a la escuela una semana de cada mes.
Por eso, 'Cromosomos X' busca paliar esta desigualdad a través de formaciones en educación menstrual en las que las niñas puedan descubrir otros métodos más baratos para gestionar su menstruación, así como distribuyendo dispositivos sostenibles para lograr que las mujeres no tengan que dejar el colegio por serlo.