Actualmente, llegar al mundo antes de tiempo dista mucho de lo que significaba ser un bebé prematuro hace 20 años. Es el caso de Lourdes y José Antonio. En 1998, fueron padres de una niña que llegó en la semana 22 de gestación. "No se la podía sacar de la incubadora", apuntan ante las cámaras de laSexta Noticias.
En su caso, la niña logró salir adelante pese a que ni los medios ni los conocimientos sobre la prematuridad no eran los mismos de los que disponemos actualmente. "A partir de los 460 gramos, empezó a ganar gramito a gramito", cuenta Lourdes al hablar de la evolución de la pequeña durante sus primeros días de vida.
Como el suyo, cada año se registran en España más de 28.000 casos de bebés prematuros. Los avances médicos garantizan cada vez más su supervivencia; tanto que ya ha llegado al 90%. La unidades neonatales cada vez están más preparadas y las incubadoras crean una atmósfera lo más parecida a la del útero materno.
"Son más húmedas, más calentitas, buscan los cuidados centrados en el desarrollo del bebé, es decir, minimizar todas las agresiones externas que recibe un niño prematuro, se minimiza el ruido, la luz...", detalla Cristina Rivas, neonatóloga de la clínica Universidad de Navarra.
Los expertos insisten en que el contacto físico con los padres, el llamado "piel con piel", es esencial en el desarrollo de los bebés prematuros. "Cuanto más mejoramos el vínculo familia-niño, mejor maduran y mejor es el pronóstico a largo plazo; por lo que cada vez metemos más a los padres", apunta Héctor Boix, miembro del departamento de investigación neonatológica del hospital Vall d'Hebron.
"Antes moría el 80% de los bebés prematuros": así supera este desafío el Hospital La Paz
El jefe de Neonatología del Hospital La Paz, Félix Omiñaca, explicaba en el programa de laSexta 'Dentro De' cómo "un alto porcentaje de los partos prematuros se deben a causas absolutamente desconocidas". Además, gracias a las incubadoras actualmente la mayoría sobreviven.