La Audiencia Provincial de Pontevedra celebrará el 15 de enero el juicio contra el acusado, un hombre mayor de edad y sin antecedentes penales, con domicilio en el partido judicial de Marín.
Según el escrito de Fiscalía, el hombre conocía la "limitación de las facultades psíquicas y el desconocimiento de la significación de las relaciones sexuales" por parte de otra persona residente en la misma localidad, mayor de edad y que sufre un atraso mental moderado y un grado de incapacidad del 70%.
Durante al menos durante los años 2015 y 2016, en "número indeterminado pero elevado de veces, con ánimo de satisfacer sus impulsos sexuales", buscaba a la víctima, a quien convencía con caramelos o dinero, para que fuese a zonas escondidas de la localidad o a su vivienda, para abusar sexualmente.
Por estos hechos, el Juzgado de Instrucción número 2 de Marín, en el auto del 17 de junio de 2016, ya impuso al acusado la medida cautelar de prohibición de acercarse a la víctima a una distancia inferior a 100 metros, así como la de comunicarse con ella por cualquier medio.
La Fiscalía considera que los hechos son "constitutivos de un delito continuado de abuso sexual no consentido, con abuso de trastorno mental y penetración".
Por todo ello, solicita una pena de nueve años de prisión, la prohibición de que el acusado se aproxime a la víctima a menos de 100 metros, tanto de su domicilio como de cualquier otro lugar en el que se encuentre, por un tiempo de 10 años, y libertad vigilada durante cinco años. En concepto de responsabilidad civil, pide que el procesado indemnice a la víctima con 20.000 euros por los daños morales sufridos.
Por otra parte, el Ministerio Fiscal solicita que ante "la falta de madurez de la víctima" su declaración en el juicio oral se realice con intervención de psicólogas del Imelga, para que le trasladen las preguntas que se le formulen y que se empleen medios que impidan el contacto visual entre la víctima y el procesado.