La Fiscalía de Barcelona pide nueve años de cárcel para dos jóvenes acusados de propinar una brutal paliza a una pareja homosexual. Además, para un tercero piden dos años de prisión por haber amenazado de muerte a las víctimas.

Los presuntos atacantes están acusados de un delito leve de daños y otros dos de lesiones con objeto peligroso (un casco de moto), perpetrados con alevosía, por lo que el fiscal solicita también una multa de 1.080 euros para cada uno y el pago a las víctimas de una indemnización total de 55.000 euros.

El juicio, que estaba programado para este lunes 1 de julio, ha sido suspendido hasta octubre a petición de uno de los acusados que alega padecer un trastorno de hiperactividad y TDAH desde pequeño. El tribunal ha acordado entonces realizar las pruebas pertinentes para verificar la patología.

Los hechos ocurrieron en 2016

El caso se remonta a octubre de 2016 cuando los presuntos agresores aprovecharon "como mera excusa un incidente sin mayor trascendencia" protagonizado por el perro de las víctimas para increpar a una de ellas e insultarla "con clara voluntad de amedrantarla y perturbar su tranquilidad".

Los acusados se dirigieron al vestíbulo de la vivienda de la víctima, donde su pareja se encontraba descargando el coche y, "con el mismo ánimo de infundirle temor y desasosiego y movidos por el rechazo a su orientación sexual", lo amenazaron. La víctima trató de fotografiar a sus agresores con el móvil, lo que provocó que éstos salieran del vestíbulo y que uno de ellos, al que solo se le imputa un delito de amenazas, acabara marchándose del lugar de los hechos.

Sin embargo, transcurridos unos minutos, los otros dos acecharon a la pareja por la espalda y les propinaron una paliza empleando un casco de moto hasta que una de las víctimas quedó inconsciente, lo que aprovecharon para robar también sus móviles.

A consecuencia de esta agresión, uno sufrió fracturas en la nariz y estuvo dos meses de baja, mientras que el otro tuvo que ser operado por una fractura en el maxilar y permaneció hasta tres meses de baja.

Desacuerdos entre los acusados

La autoría de la agresión ha levantado ampollas entre los acusados en la media hora de audiencia pública previa a la suspensión del juicio, ya que la defensa de uno de los jóvenes ha pedido que se admitiera como prueba una grabación en la que el otro atacante, el que alega tener TDAH, se autoinculpa.

El documento, aceptado por el tribunal, ha servido para airear los desacuerdos entre los acusados, que se han echado en cara frente al tribunal la "falta de preparación" con la que han acudido a juicio.

"Todos somos mayores de edad. Hace dos años que pasaron los hechos e, igual que yo he buscado formas de atenuar el caso, él también podría haber hecho lo mismo", ha espetado uno de los agresores sobre su compañero después de que la defensa de éste solicitara la suspensión del juicio.