Los hechos, que se juzgan el próximo jueves en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia, son constitutivos, según el Ministerio Público, de un delito de agresión sexual a menor de 12 años.

En su escrito de acusación, el fiscal explica que los jóvenes se encontraban en el exterior de un vehículo, propiedad de uno de ellos, cuando la menor pasó en compañía de unas amigas.

Dado que el grupo de amigas se quedó hablando con unos conocidos y se dispusieron a marcharse con ellos, la menor les preguntó gritando "¿Qué hago, me quedo aquí sola?", ante lo cual los procesados le dijeron que se quedara con ellos y comenzaron a hablar junto al vehículo.

Los procesados, que vestían un disfraz naranja de presidiarios, introdujeron a la menor en el coche "sin que conste el uso de la fuerza", siempre según el relato del fiscal, y la pusieron boca arriba en los asientos delanteros, donde se alternaron para besarla y tocarle los genitales.

La menor les pidió que parasen e intentó zafarse, pero no lo consiguió, dado que la sujetaban "con fuerza". A continuación, y siempre según el escrito del fiscal, la pasaron a los asientos traseros, donde se quedó con ella el más joven, que tenía 20 años cuando se produjeron los hechos.

Este trató de besarla de nuevo, intentó tocarle los pechos y trató de que la menor le practicase una felación. Instantes después, de acuerdo con la exposición que realiza el fiscal, pidió a sus otros dos amigos que le dejasen a solas con la menor y la condujo hasta un garaje en una zona poco transitada, donde le obligó a que le practicase una felación.

Momentos después regresaron los otros dos acusados e introdujeron de nuevo a la menor en los asientos traseros, pero ésta logró abrir una puerta y pudo escapar.

Tras conocer los hechos, un juzgado de Lliria dictó una orden de alejamiento y la prohibición de comunicación con la víctima para los acusados durante seis meses.