Picasso es un perro cuya vida no ha sido fácil desde sus inicios. El animal, de diez meses, nació en el patio trasero de una casa de Porterville, Estados Unidos, con una deformación en la cara que hace que su hocico se desplace hacia la derecha mientras que su mandíbula se sitúa a la izquierda.

Excepto esta malformación de su cara, Picasso, un cruce de pitbull, es un perro totalmente sano según explican los propietarios del refugio canino Luvable Dog Rescue.

La directora del refugio, Liesl Wilhardt, cuenta que Piccaso puede comer por ambos lados de la boca, pero que es "un desastre" comiendo, e indica que también le ocurre cuando bebe agua.

Picasso fue fruto de una camada de cinco perros, pero su dueño fue incapaz de vender a Picasso por su malformación, por lo que lo llevó a la perrera de Porterville junto con Pablo, otro de los cachorros.

Allí, los trabajadores programaron su sacrificio. Sin embargo, antes de que se produjese, el director del refugio de Oregon se enteró de la historia a través de una voluntaria del refugio y una vez que vio a Picasso se enamoró de él, así que decidió que tenía que llevárselo, cuenta el medio Huffington Post.

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Cuando la propietaria del refugio conoció la historia de Picasso y de Pablo y supo que estaban cerca de ser sacrificados los adoptó de inmediato. Ahora ambos perros se encuentran en el refugio y Picasso está esperando a ser operado. Aunque su malformación es solo algo superficial, que no le afecta a su salud, le van a operar la mandíbula y una vez que recupere su forma, será puesto en adopción.