Retirar las escombras del pescado ya es un trabajo diario para los pescaderos. Dedican unas dos horas en su jornada laboral para dejar la materia prima limpia. En total, en Barcelona, han calculado una dedicación de 1.600 horas a la recogida de basura.

Los pescadores de artes menores también encuentran basura en sus salidas. La mayoría de residuos que se encuentran son envoltorios, bolsas, envases y botellas de plástico, además de latas de metal y toallitas que no son biodegradables. Pero también localizan baterías de barcos, hierros que tiran las embarcaciones mercantes, lanchas perdidas y hasta bicicletas.

La mayoría de estos residuos se encuentran entre los 60 y los 200 metros de profundidad. Para dejar constancia y concienciar del drama que ocurre en nuestras costas, muchos de estos pescadores de cofradías catalanas participan en el proyecto 'Pesca NETA': después de recoger la basura la fotografían y comparten en una aplicación el tipo de residuo que se han encontrado, los kilos que pesa y la localización para poder aportar cifras reales. Después, llevan a tierra firme los residuos. En 2022 retiraron 70.000 litros de desechos.

Los pescadores denuncian que cuando más residuos se acumulan es en verano, ante la oleada de habitantes y turistas, y después de los temporales. El 80% de estas basuras llegan arrastradas por el viento y las lluvias, el resto se generan en el mar, en cruceros, cargos navales o actividades marítimas recreativas.

Además, con el proyecto "La mar de net", de Pesca NETA, impulsa acciones de divulgación, educación y concienciación, evaluando la incidencia del "factor humano" en la contaminación de nuestros mares y la importancia de reciclar bien los residuos para que no acaben en el mar. Está financiado por los Fondos Europeo Marítimo y de la Pesca y el Departamento de Acción climática y Alimentación de la Generalitat de Catalunya.

Cada año, más de 600 alumnos de primaria y secundaria participan con ideas para reducir el impacto medioambiental de los residuos.