Hace seis meses, Fernando decidió que había llegado el momento de compartir piso, y lo hizo por dos razones fundamentales, tal y como él mismo cuenta: "Por motivos económicos y por no estar solo".
Desde entonces, una de las habitaciones de su piso la ocupa Antonio, un joven gallego que trabaja en Madrid. "Necesitaba una persona de confianza", expresa el hombre. Y, precisamente, esa confianza y seguridad la encontró gracias a la plataforma KUVU, una empresa creada por tres jóvenes vascos.
"Lo que intentamos hacer es mejorar la calidad de vida de las personas mayores para reducir la soledad no deseada y, además, conectamos con el problema de las personas jóvenes y la falta de alojamiento asequible", señala Jon Ander Fernández, cofundador de KUVU.
Se trata de problemas que afectan a ambas generaciones y que encuentran en esta iniciativa una forma de beneficiarse también económicamente: "Generamos una media de 2.900 euros anuales extra a la persona mayor y la persona joven generalmente se ahorra alrededor de unos 1.000 euros anuales", destaca al respecto Jon Ander Fernández.
Pilar también se lanzó a la aventura de convivir con una chica joven, y cuenta que es "muy enriquecedor", ya que, tal y como expresa, "la chica es una maravilla". La plataforma KUVU une perfiles a partir de test de compatibilidad y elabora un contrato que ambas partes han de cumplir. "Si decides compartir la casa, buscas seguridad, y si surgen problemas, tienes una empresa que te busca la solución", afirma Pilar.
Cerca de 300 personas mayores participan ya en este proyecto, y la demanda de inquilinos no deja de aumentar. En este sentido, el cofundador de KUVU indica que ya hay "más 2.000 personas inquilinas o demandantes de alojamiento". Y es que esta iniciativa permite un cambio de vida que acerca a aquellos que, más allá de la edad, tienen tantas cosas en común.
Otro gasto más
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