El sonido de los petardos, los fuegos artificiales y otros tipos de pirotecnia pueden causar múltiples momentos desagradables para los animales domésticos, pero el caso de Magui fue aún más dramático.
Una mujer de Esquel, Argentina, ha reivindicado a través de su cuenta de Facebook cómo su perra, de raza Boxer, fallecía en brazos de su hijo tras aterrarse con el ruido de numerosos petardos.
"No sabíamos dónde meterla mientras otros se divertían", aseguraba Antonella a través de la red social. La pequeña Magui murió después de que ninguno de los veterinarios a los que llamaron sus familiares se dispusiera a atenderla.
Ante la pérdida del animal, la mujer realizó dos exigencias a través de su red social: el fin de la pirotecnia y el auge de los veterinarios de urgencias. Con ello, la familia pretende sensibilizar sobre el daño que genera la pirotécnia en los animales.
La asociación 'ADAE' ha compartido el caso por la misma red social, donde ha lanzado un contundente mensaje en contra de los petardos: "Tu diversión la aturdió, la aterró, le generó un pánico inexplicable".