Michelle Smith, de 36 años, no proporcionó a sus gatos y patos una dieta, un entorno y una atención veterinaria adecuados, manteniéndolos hacinados en una caravana sucia.

Smith, que reside en Aberdeenshire, Escocia, compareció en el Tribunal del Sheriff de Aberdeen y ha sido acusada de cinco cargos de abandono de animales entre julio y agosto del año pasado.

El juez le ha prohibido poseer y mantener animales, excluyendo perros, durante seis meses.

En la propiedad se encontró una conejera que contenía tres gatos "demacrados" y ocho delgados y hambrientos.

También dentro de la caravana había siete patos, dos de ellos muertos y ocho gallinas. Smith admitió que uno de sus perros los había atacado ese mismo día.

El hallazgo se descubrió después de que un hombre llamara la Policía. "Vi que era una caravana residencial pero que no se usaba como residencia, sino que tenía gatos en corrales en el interior de la parte trasera", señaló la inspectora Alison Simpson al diario escocés Scotsman.

"Después de sacar los gatitos de la cabina y colocarlos en mi camioneta, entramos en la caravana y el olor y la presencia de orina de gato y heces fue abrumador", agregó Simpson.

Para la agente este es un caso de abandono que "no sucedió de la noche a la mañana" y que "podría haberse evitado fácilmente".