Con las peluquerías cerradas desde hace más de un mes por la crisis del coronavirus, a muchos no les ha quedado más remedio que coger las tijeras y, con más o menos acierto, apañarse el corte de pelo o hacer de peluqueros improvisados de su pareja o hijos.
Cortar el pelo con maquinilla
Coger la maquinilla y cortarse el pelo sin trasquilones no es fácil. Los profesionales aconsejan cortar los lados al 1 o al 2 y la parte de arriba con el 4 o más. "En la parte superior central, se nos quedará una forma de pico que cortaremos en horizontal", explica en un tutorial el peluquero Jorge Barrera. En cuanto a las tijeras, mejor dejarlas para los profesionales si no queremos disgustos.
Y es que seguir los consejos de quienes saben es fundamental para conseguir un resultado bueno o al menos satisfactorio, porque a la hora de cortar el cabello corremos el riesgo de dejar unas partes más largas que otras e incluso zonas sin pelo.
Teñirse en casa
El problema no solo lo tienen quienes llevan el pelo corto, sino también las personas que se tiñen: las canas aparecen y aplicarse el tinte a uno mismo tampoco es sencillo. Amparo García, propietaria de peluquería, aconseja aplicar primero el tinte en la zona delantera, frente y patillas. Después, indica, "haremos una raya en el medio para dividir la cabeza en dos secciones para poder facilitarnos a la hora de hacer rayas trasversales".
¿Cuánto tiempo me lo dejo? "Si no tengo cana, con 30-35 minutos sería suficiente. Pero, si tengo canas, mínimo 40-45 minutos", precisa esta profesional.
Un colectivo, el de los peluqueros, que sigue trabajando, porque ahora dan consejos por teléfono o videollamada a sus clientes, a falta de que acabe el confinamiento y todos podamos volver a las peluquerías, ya que ellos y ellas son insustituibles.
Una secuencia inolvidable
Se cumplen 40 años de la fuga de 'El Vaquilla', una de las huidas más sonadas de la historia de España
El contexto Juan José Moreno Cuenca, más conocido como 'El Vaquilla', logró escapar de una prisión de Lleida con otros cinco reclusos amenazando con objetos punzantes a los funcionarios.