Tres encapuchados, rehenes y réplicas de subfusiles. Esa es la escena (nunca mejor dicho) que se encontró la Guardia Civil al acudir al Ayuntamiento de Alginet (Valencia) este domingo a mediodía. Los agentes no sabían que se estaba rodando una serie en el edificio y, alertados por la llamada de un vecino, se personaron en el lugar, provocando tensión y nervios entre actores, autoridades y vecinos.

Algunos vecinos informaron que los uniformados desenfundaron sus armas, se parapetaron detrás de sus vehículos y encañonaron a uno de los intérpretes. Sin embargo, Aitor Espert, director de la serie 'Powerboys' (cuya escena pertenecería a este rodaje), ha desmentido que los funcionarios apuntaran a los actores: "En cuanto se acercaron y vieron las cámaras entendieron lo que estaba pasando", afirma.

El director había solicitado al alcalde de Alginet la apertura del Consistorio del municipio para rodar una escena. Este lo aprobó y el domingo por la mañana se pudo grabar, pero no informó a la Guardia Civil de ello puesto que no tenían conocimiento de lo sucedido.

Los vecinos presenciaron la situación atónitos y recogieron lo acontecido con sus teléfonos móviles. Al final todo quedó en una anécdota, pero un error de comunicación desató la inquietud por unos momentos en toda la localidad.