La Guardia Civil descubrió que Pedro Nieva sería el supuesto inductor del asesinato del concejal de Llanes cuando este dejó su móvil para reparar. En cuestión de minutos, la UCO ya tenía volcada toda su información. Entre ella, la grabación con la que Nieva descubrió la infidelidad de su mujer.

El contenido de su dispositivo confirmó las sospechas: un presunto crimen pasional. Y destapó la desazón, celos y rabia de Nieva porque así, una y otra vez en bucle, escuchó mil veces la grabación con la que pilló a su mujer y a Javier Ardines.

Hay que remontarse al 9 de diciembre de 2017. Nieva, su mujer y su amigo Ardines van a comer. Nieva se levanta al baño y deja su móvil grabando escondido bajo una servilleta. Ahí es cuando lo descubre todo.

Desde entonces parecen tensarse las relaciones con su mujer porque el 5 de Agosto el presunto inductor del crimen le reenvía la grabación a ella y también a la hija de diputado de Llanes.

El 15 de agosto, un día antes de el asesinato, Pedro Nieva le envía un mensaje a Ardines en el que sólo le escribió un punto. Llegamos al día del crimen, el 16 de agosto.

Un vecino localiza el cuerpo de Ardines sobre las 8 de la mañana y a 300 metros de su casa. El concejal está a unos metros de su furgoneta, arrancada. El paso, bloqueado por unas vallas.

Un día después se confirma que le golpearon y le estrangularon y gracias a ese móvil estropeado que se reparó en una tienda se pudo detener a los cuatro presuntos implicados en el asesinato: Nieva como supuesto inductor, dos sicarios y un intermediario.