Málaga

El pederasta de Fortnite, condenado a 433 años por abusar de 25 niños

Los detalles La Audiencia Provincial de Madrid le atribuye 53 delitos, entre ellos agresión sexual, abuso continuado, producción de pornografía infantil y ciberacoso.

Imagen de archivo de la Audiencia Provincial de MadridImagen de archivo de la Audiencia Provincial de MadridEP

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 433 años y once meses de prisión a A.M.V., un hombre de 45 años y nacionalidad argentina, por cometer delitos sexuales contra 24 niños y una niña, a quienes contactó mediante un videojuego online. Tras ganarse su confianza, les pedía que se mostraran desnudos ante la cámara, llegando a cometer abusos reiterados e incluso una violación.

El tribunal le atribuye un total de 53 delitos: uno de agresión sexual con penetración, 14 de abuso sexual (varios de ellos continuados), 18 de embaucamiento sexual o ‘sexting’, 7 de producción de pornografía infantil y 13 de ciberacoso (‘child grooming’).

Aunque la pena suma más de cuatro siglos de prisión, la ley establece un máximo efectivo de cumplimiento de 20 años. Tras ello, el acusado deberá permanecer en libertad vigilada durante 10 años.

Además, al tratarse de un ciudadano argentino, la Audiencia ordena su expulsión del territorio nacional una vez haya cumplido tres cuartas partes de la pena, acceda al tercer grado penitenciario o se le conceda la libertad condicional, con prohibición de regresar a España durante diez años.

En cuanto a las indemnizaciones, el condenado deberá pagar 20.000 euros al menor sobre el que cometió la agresión más grave, además de abonar compensaciones de entre 3.000 y 10.000 euros a otras víctimas.

La sentencia aún no es firme y contra ella cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Será este órgano el encargado de revisar el fallo en caso de que la defensa lo impugne.

No buscaba jugar, buscaba víctimas

La Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado que el acusado, reincidente en delitos sexuales, contactó en 2021 desde su casa en Málaga con niños a través de un videojuego online dirigido a menores entre 7 y 11 años.

Concretamente, se comunicó con menores de hasta 13 años, con quienes mantuvo videollamadas en las que les exigía mostrar sus partes íntimas. Grabó estas imágenes y las guardó en una carpeta que nombró "angelitos".

La investigación arrancó tras la denuncia presentada en Getafe, que motivó el registro del domicilio del acusado. En sus dispositivos se hallaron los contenidos que probaron los delitos.