Narra el calvario que vivió en la cárcel. Un año viendo cómo lo perdía todo siendo inocente. "Cada vez que veía a los guardias les pedía ver al juez", relata Tomás Martínez.

Tomás recuerda cada detalle de aquella noche en la que fue a pescar a la playa de Cabopino en Marbella. "Era noche cerrada, tras escuchar un ruido, me giré y vi a una banda de magrebíes detrás. Luego empezaron a descargar fardos y a subirlos al aparcamiento". Cuando quiso darse cuenta estaba detenido.

En esa operación había guardias civiles implicados. Tomás pagó por todos. Tras un año en prisión, salió en libertad provisional y tuvo que esperar otros seis para quedar absuelto en el juicio.

Sin embargo, la absolución no le devuelve, dice, todo lo que perdió. Por eso pide ahora una indemnización de 220.000 euros al Estado por los daños causados.