Los abuelos de los niños alquilaron una casa 12 días antes de la muerte de Marcia Martins. La mujer había decidido separarse de su marido y tenía la custodia de los niños, de cuatro años y nueves meses, por lo que los ancianos la invitaron a su casa para acordar la creación de una nueva cuenta bancaria con la que ingresarle una manutención a los menores.

La víctima, de 41 años, acudió a la casa de Río Pequeño, donde fue encontrado su cadáver, con la finalidad de discutir los detalles. "Entraron en la casa y, probablemente, en la habitación de atrás atacaron a la víctima con un golpe en la cabeza. Desde allí podría haber sido enterrada viva o asfixiada", ha concluido el inspector Mario Sergio.

El asesinato, según creen los investigadores, estaba premeditado. Los suegros habían puesto una losa sobre un gran agujero que habían cavado previamente para enterrarla. Además, el cuerpo estaba envuelto por una gran bolsa de plástico.

La pareja estaba completamente obsesionada con los nietos. Incluso, habían insistido a los pequeños para que les llamasen "papá y mamá". La policía descarta que el padre de los menores se encuentre relacionado con el crimen.