Las largas colas y las ganas de orinar tras beber alcohol en el ambiente fiestero de San Fermín provoca que muchas personas acudan a la esquina más próxima para aliviarse. Ante ello, el Ayuntamiento de Pamplona ha reforzado las medidas para evitar estas conductas que considera "incívicas".

Se trata de un producto que repele la orina y evita los olores y la suciedad en ciertas partes de la ciudad. El Consistorio ha decidido aplicarlo en una superficie de 500 metros cuadrados. En concreto, ha sido aplicado en la plaza del Castillo, en la travesía Espoz y en la bajada de Javier.

El producto de la empresa Kliner Profesional, llamado CK-Splash Back, se basa en un efecto rebote en la fachada que salpica a quien orine en ella. Eso sí, el producto solo funciona a una temperatura superior a 10 grados, aunque eso no será un problema con los más 30 que se prevén para estas fiestas.

El Ayuntamiento ha asegurado que de este modo conseguirá reducir el número de personas que orinan en las calles de la capital navarra. Sin embargo, no deja de ser un objetivo difícil de conseguir. Solo el año pasado esta conducta "incívica", provocó más de 600 multas de 300 euros.

Esta iniciativa no es una novedad de Pamplona. En 2015, la ciudad alemana de Hamburgo revistó sus calles con este revolucionario producto, y en España ya se comercializa en ciudades como Vitoria, Miranda de Ebro, Hernani o Santander con un gran éxito.

Los que vayan a disfrutar de los Sanfermines en Pamplona, ya saben que si deciden aliviarse en la vía pública acabarán con los zapatos y pantalones empapados por su propia orina. El Ayuntamiento de la ciudad les ha dejado un mensaje claro: donde las dan, las toman.