La red de vigilancia volcánica de seguimiento 24 horas del Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha registrado durante la noche en la isla de La Palma un total de 45 sismos con magnitudes de entre 0.9 y 3.2 en la escala de Richter.

El mayor de los sismos, ocurrido a las 03.26 horas, tuvo una magnitud de 3.2 y se produjo al sureste del municipio de Tazacorte. Este evento fue sentido por la población en Los Llanos de Aridane, El Paso, Tazacorte y Mazo.

El resto de sismos, localizados principalmente en Fuencaliente, se produjeron entre los 10 y 1 kilómetros de profundidad. El último de ellos, de 1.6, tuvo lugar a las 07.05 horas a unos 8 kilómetros de profundidad y epicentro en Fuencaliente.

Asimismo, este viernes se registraron en La Palma un total de 31 sismos de entre 0.9 y 2.6 de magnitud. Ninguno de ellos llegó a ser sentido por la población.

Riesgo de erupción

Los terremotos se están sucediendo, uno detrás de otro, en la isla canaria de La Palma. Es algo relativamente normal, dado que el archipiélago es de importante actividad volcánica, pero de la llamada como actividad 'discreta'. El director del Area de Vigilancia Volcánica del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), Luca D'Auria, ha advertido este martes de que "antes o después" habrá una erupción volcánica en La Palma dado que la zona de 'Cumbre Vieja' es un volcán activo.

En declaraciones a 'Cope Canarias' recogidas por Europa Press, ha comentado que "puede ser en una semana, un mes, un año o en 50 años", recordando que en el último siglo ya hubo dos erupciones y con seguridad "habrá otra".

El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, reiteraba este viernes el mensaje de "máxima tranquilidad" a la población de La Palma ante la persistencia de movimientos sísmicos en la isla, y aseguraba que se encontraban "en manos de expertos y perfectamente coordinados".

De hecho, afirmaba que ya se ha organizado "el mecanismo para poder evacuar, si se produce la erupción, a más de 2.000 personas" en las áreas que se verían afectadas. No obstante, Torres ha destacado que no se descarta que finalmente se produjera una erupción, pero que la vigilancia y los preparativos que están llevando a cabo coordinadamente las distintas administraciones, reforzados este viernes con la llegada de un avión enviado desde la península para hacer un seguimiento de la situación desde el aire, permiten controlar la evolución de los movimientos para adoptar medidas de ser preciso.