Los padres del tetrapléjico francés Vincent Lambert, en estado vegetativo desde hace más de una década, han anunciado que renuncian a presentar nuevos recursos judiciales para intentar mantenerlo con vida.

"Su muerte es inevitable. Le ha sido impuesta tanto a él como a nosotros. Aunque no la aceptamos, solo podemos resignarnos", indicaron Viviane y Pierre Lambert en un comunicado.

El equipo médico del Hospital de Reims, que está a su cargo, inició el proceso para retirarle la alimentación e hidratación artificiales, después de que el Tribunal Supremo reabriera la vía para detener su tratamiento.

Los padres presentaron en los últimos días dos procedimientos de urgencia para intentar reanudarlo, pero ambos fueron rechazados. "No podemos hacer más que rezar y acompañar a nuestro querido Vincent con dignidad y recogimiento", indicaron los padres en su nota, publicada en la página web de un comité de apoyo a su hijo que ya ha recogido más de 139.000 firmas.

Lambert no dejó por escrito su testamento vital y su situación, que mantiene enfrentada a su propia familia, se ha convertido en Francia en un símbolo en el debate sobre la muerte digna.

El hombre sufrió un accidente de tráfico en 2008 que le dejó tetrapléjico y totalmente dependiente. En 2011, los médicos descartaron toda posibilidad de mejora, y en 2014 su estado fue calificado de vegetativo. Los padres, católicos, pidieron que se respete su intimidad.