Envueltos de emoción y entre gritos de apoyo han llegado al Tribunal Supremo británico los padres de Charlie Gard, donde se ha celebrado una vista para analizar los últimos resultados médicos de Charlie Gard. Allí, sus padres, han puesto fin a la batalla judicial.

Hasta allí han llegado porque los daños que sufre su pequeño de diez meses son irreversibles y es demasiado tarde para salvarlo. Así lo ha explicado su padre leyendo unas líneas a la salida: "Ahora sabemos que si se le hubiese dado a Charlie el tratamiento antes, él habría tenido el potencial de ser un niño normal y sano".

Ahora, ya sin remedio, les toca hacer lo más difícil que han hecho en sus vidas: dejarlo marchar. "Dejaremos que nuestro hijo se vaya y esté con los ángeles".

Charlie Gard está ingresado en un hospital de Londres, conectado a unos aparatos que lo mantienen con vida. Se esperaba que la Corte Suprema decidiera si autorizaba o no que el pequeño fuera llevado a Estados Unidos para un tratamiento experimental, a pesar de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos había dado la razón a los médicos que se inclinaban por dejarlo morir.

Ahora, sus padres pasarán los últimos momentos al lado del pequeño, al que le pedían entre lágrimas, perdón. "Mamá y Papá siempre te han querido mucho, siempre lo hemos hecho y siempre lo haremos. Y sentimos mucho no haber podido salvarte", ha concluido Chris.

El caso de Charlie ha conmovido a todo el mundo. El papa Francisco y Donald Trump apoyaron a los padres en su lucha, que ya tiene su triste final escrito.