La costa del Cantábrico lleva 18 días con alerta en varios de sus puntos por la presencia de las carabelas portuguesas. Estos organismos similares a las medusas han causado ya numerosas picaduras en las playas del norte de España. Su presencia, incluso, ha obligado a cerrar de forma puntual alguna playa en Donostia, donde encadena tres días con bandera roja.

Donostia, además, ha aprobado el protocolo de actuación en caso de carabelas portuguesas el pasado miércoles. Ane Arocena, una socorrista responsable de la playa de La Concha, ha contado a laSexta que el viernes pasado encontraron hasta 86 carabelas portuguesas. Esta situación, y tras un caso de picadura, obligó a colocar bandera roja y a cerrar las playas al baño.

El sábado y el domingo fueron algo mejor, pero ambos días tuvieron que curar picaduras de estos ejemplares. Así que por el nuevo protocolo, ondeó la bandera roja en La Concha tres días consecutivos.

No es la única playa que ha tenido que cerrar: estas últimas semanas las carabelas portuguesas han causado alerta en aguas del Cantábrico, clausurando otras playas del País Vasco y Asturias. Desde el 8 de julio, que en Cantabria vieron flotar la primera frente a sus playas, en esta comunidad se han avistado 129 ejemplares, causantes de 19 picaduras en total. Las dos últimas, este domingo en Noja y Ajo. Pero sus protocolos les han permitido mantener las playas abiertas al baño.

Qué hacer en caso de picadura

Ante una picadura de carabela portuguesa, debemos contactar con el socorrista y no tocar la herida. Después, hay que echarnos agua salada, nunca agua dulce. Si hay mucha inflamación, deberemos ir al hospital para que nos apliquen un antiinflamatorio y corticoides.

Es el protocolo que este fin de semana han aplicado en la playa de La Arena, en Muskiz, cuando dos niños han presentado picaduras de esta falsa medusa.

La carabela portuguesa tiene forma de hígado violáceo y se la suele ver flotando. La peculiaridad son sus largos tentáculos, que pueden superar los 10 metros, y son altamente urticantes. Incluso si el espécimen está muerto.