Como cada 24 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el Día Mundial de la Tuberculosis. Esta fecha conmemora el descubrimiento de esta enfermedad por el doctor alemán Robert Koch el mismo día de 1882.

El médico y microbiólogo se hizo famoso precisamente por detectar la 'Mycobacterium tuberculosis', bacteria culpable de provocar la enfermedad en humanos. Este descubrimiento permitió el estudio, el diagnóstico y la curación de la dolencia.

Lucha contra la enfermedad

'Es hora de poner fin a la tuberculosis' es el lema elegido por la organización para concienciar sobre la enfermedad este año. Gracias a los esfuerzos globales, entre los años 2000 y 2018 han conseguido curarse 58 millones de personas en todo el mundo.

Sin embargo, aún queda trabajo por hacer. La OMS recuerda cada 24 de marzo que la tuberculosis es todavía la enfermedad infecciosa con mayor tasa de mortalidad del planeta. En 2018 se cobró la vida de 1,5 millones de personas, casi 4.000 al día, y la tasa de infección diaria es de 30.000 personas.

Uno de los grandes problemas a combatir es el elevado número de personas que enferman siendo resistentes a los medicamentos que curan la tuberculosis, según la organización sanitaria. Además, esta enfermedad es la mayor causante de fallecimientos entre portadores del VIH: en 2018 murieron 251.000 enfermos de SIDA por la tuberculosis.

Este año, el epicentro de la campaña es “acelerar urgentemente la respuesta contra la tuberculosis”, basándose en los compromisos que los jefes de Estado adquirieron en la Reunión de Alto Nivel de la ONU sobre la enfermedad celebrada en 2018.

Las medidas pactadas aquel año pueden resumirse en cinco:

  • Aumentar el acceso a la prevención y el tratamiento de la enfermedad.
  • Establecer la rendición de cuentas.
  • Garantizar una financiación suficiente y sostenible, particularmente en el caso de la investigación.
  • Poner fin a la estigmatización y la discriminación de los afectados por la afección.
  • Promover una respuesta a la tubercuolsis que sea equitativa, basada en los derechos de las personas y centrada en ellas.