En una época en la que un homosexual podía ser condenado hasta a cinco años de cárcel por el simple hecho de serlo, 4.000 valientes se echaron a la calle para protagonizar la primera marcha del Orgullo LGTBI en España.

Fue el comienzo, el germen del movimiento LGTBI y su objetivo estaba lejos de la igualdad o el matrimonio, solo querían que les dejaran en paz y les sacaran de la Ley franquista de Peligrosidad Social. Y ninguno de los asistentes siquiera había empezado a soñar lo conseguido 40 años después.

La imagen de seis transexuales encabezando la manifestación fue la fotografía que ilustró aquel momento, pero no reflejaba la realidad de la manifestación. La realidad estaba detrás, con 4.000 manifestantes entre los que había homosexuales, activistas de izquierda o familias.

Con miedo, todos ellos salieron a la calle para plantar la semilla de lo que se está consiguiendo más de 40 años después. Y el miedo estaba justificado, porque al final de la manifestación los grises cargaron y se produjeron barricadas.

Ninguna imagen de la manifestación salió en televisión, pero sí en la prensa, que coincidió en dar un mensaje positivo. Fue el inicio del cambio en la sociedad.