Salir del armario de la homosexualidad es cada vez más fácil en nuestro país, que aunque todavía tiene que seguir mejorando, se sitúa como uno de los más tolerantes del mundo con el colectivo LGTBIQ. Sin embargo, salir del armario de la transexualidad todavía sigue siendo complicado, como comentan desde este colectivo.

Un ejemplo es Carmen, que a los 11 comenzó a sentir que era una niña, pero se calló. "Me ponía los vestidos de mi hermana cuando ella no estaba en casa", nos explica la mujer, que prefirió vivirlo en secreto y a ratos.

Mientras, con su falsa identidad seguía con su vida: se casaba, tenía hijos, estudiaba... hasta que un día, con 54 años, decidió contarle todo a un psicólogo y allí dejó su carga. Después decidió contárselo a su familia, donde su mujer no lo aceptó y sus hijos lo hicieron a medias.

Carmen lucha por quienes, como ella, se han lanzado pero se estrellan con la burocracia; por eso pide en la Asamblea de Madrid una ley que haga la vida más fácil a los transexuales.