Los organizadores del concierto de Natos y Waor el 4 de diciembre en Valladolid, que reunió a casi 4.000 personas y está siendo investigado porque, según fotografías publicadas en redes sociales, no se hizo uso de mascarillas, han afirmado este miércoles que todo se realizó "dentro de la legalidad, con los permisos de la Junta y el Ayuntamiento y toda la documentación requerida".

En un comunicado, PaSiOn eventos y Conexión Valladolid precisan que la imagen que se ha mostrado en los medios y las redes "se aleja de la realidad de cómo se desarrolló el concierto, ya que es una imagen selfie, que se realiza al finalizar el concierto, donde el público quiere aparecer con su rostro sin mascarilla en la instantánea que lanza su artista favorito desde el escenario".

"Es un acto reflejo más que una imprudencia o irresponsabilidad, ya que el comportamiento fue normal dentro de lo que conlleva un acto multitudinario de estas características, donde siempre hay algún comportamiento incívico el cual siempre se trata de controlar y resolver", añade la nota.

Los organizadores subrayan que el evento se desarrolló dentro del aforo legal que permiten actualmente las autoridades sanitarias, "el cien por cien, y aun así nunca se llegó a poner a la venta todo el aforo por parte de la organización" e inciden en que hubo 3.932 asistentes.

"A todos y cada uno de los asistentes a través de la plataforma de venta wegow se les envió una guía de recomendaciones y en nuestras redes sociales durante los días previos al concierto lanzamos mensajes de concienciación del uso de mascarilla y que era una labor importante el cuidarnos entre todos", agregan.

También según los organizadores, entre la documentación se presentó un plan de autoprotección, contrato con la empresa de seguridad, guía y protocolo covid, seguros, certificados de las empresas trabajadoras, prevención de Riesgos Laborales y autorización y permisos por parte de todas las autoridades.

El deseo de la organización es "aclarar las dudas generadas y exponer toda la información de forma transparente sobre los protocolos anticovid activados y cómo se desarrolló el evento debido a las graves acusaciones vertidas", concluye el comunicado.

Castilla y León abrió una investigación

Castilla y León abrió una investigación sobre el concierto, según confirmó el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. "Se ha abierto la correspondiente investigación para analizar esa situación y desde luego los técnicos son los que tienen que tomar las decisiones", señalaba a preguntas de los periodistas el presidente autonómico, que ha considerado "fundamental la utilización de mascarillas en interiores o incluso en exteriores cuando hay gran concentración de personas".

La víspera, el coordinador del comité de expertos del coronavirus en Castilla y León, Ignacio Rosell, denunciaba a través de las redes sociales lo ocurrido durante el concierto, destacando que Valladolid es "la provincia de mayor incidencia de COVID-19 en Castilla y León, con la UCI en riesgo alto de ocupación". El experto, que añadía que en el concierto en cuestión había unas 4.500 personas, agradecía su comportamiento a las escasas personas que, a juzgar por la instantánea, sí llevaban mascarilla.