Un estudio realizado en las selvas de Sumantra, Indonesia, ha puesto a prueba a unas orangutanas de Ketambe. Sugestionadas a través de un estímulo que les provoca miedo, los científicos han comprobado que son capaces de comunicar a sus crías un evento pasado.

Mientras las siete hembras descansaban con sus crías en los árboles, los científicos hicieron que un tigre pasease durante dos minutos por las cercanías. Des esta manera, lograban generar una situación de estrés. La reacción esperada de los científicos era que las orangutanas gritasen e hiciesen ruido para espantar al tigre, y sin embargo permanecieron en silencio.

Tras el episodio, los animales defecaron y orinaron del susto, y cubrieron a sus hijos para volver a subirse a las ramas. Después, contaron a sus crías lo que había ocurrido.

Es la primera vez que se observa esta capacidad de vocalizar un evento pasado en mamíferos, a excepción de los humanos. Según explican los científicos encargados del estudio, esto se debe a que en las crías de esta especie pasan mucho tiempo con sus madres, hasta alcanzar los nueve años de edad.