El Hospital de Yeovil, en Reino Unido, ha reconocido públicamente una negligencia muy grave tras haber operado a una paciente sin anestesia. A la mujer le abrieron la tripa con un bisturí provocándole un profundo dolor.

Todo ocurrió en 2018 cuando la mujer estaba en quirófano para someterse a una cirugía ginecológica. Los médicos, por error, le suministraron anestesia espinal en lugar de general. Ahí empezó su infierno.

Según ha informado el bufete de abogados que lleva el caso, el cirujano procedió a abrir su vientre y ella notó cómo le cortaban literalmente el ombligo. Su reacción fue gritar desesperadamente "de agonía", aunque según ha indicado la propia víctima a la BBC nadie le hizo caso porque “tenía una máscara de oxígeno y una cortina de separación".

"Cuando el cirujano me cortó el ombligo, grité. Pero nadie respondía. Sentía como si la anestesia no hubiera funcionado", asegura la mujer, que relata cómo le introdujeron un laparaoscopio en el abdomen y le hincharon con gas la tripa: "Estaba agonizando".

Durante el proceso, la víctima tuvo un aumento de la presión arterial y pese a ello los médicos continuaron con la intervención.

Ella asegura ahora que sufre estrés postraumático y pesadillas: "Tengo imágenes sobre una mesa con gente mirándome y sin escuchar mis gritos. Es terrible y puesto despertar muchas veces por esto". Además apunta que ya no tiene confianza en los médicos.

"Calculo que me despierto alrededor de tres veces por semana sudando y con mucho miedo", relata.

El propio hospital ha reconocido que debió haber administrado anestesia general a la paciente y no espinal como sucedió y atribuyen el fallo a un "error de comunicación".