La vida de las pequeñas Erin y Abby Delaney acaba de cambiar para siempre. Las dos nacieron unidas por la cabeza y gracias a una intervención que ha durado 11 horas, ahora ya se encuentran separadas.

Las niñas nacieron en Carolina del Norte y la operación se ha llevado a cabo en el hospital de Filadelfia. Ahora, tras el éxito de la intervención, las niñas se recuperan en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital, según informa el Daily Mail.

Según ha indicado un trabajador del hospital, durante la operación se fue marcando, con colores, en las cabezas de las niñas los diferentes lugares en los que había que intervenir. En total, 30 personas participaron en el proceso de separación.