Aún quedan varias semanas "de alerta" por la variante ómicron. Así lo ha trasladado la directora del Departamento de Salud Pública y del Ambiente en la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira.

"Las noticias serán distintas en unas semanas quizá, pero ahora hay que seguir con esa alerta, sobre todo para no cargar excesivamente los centros de Atención Primaria, que están haciendo un esfuerzo por encima de sus necesidades", ha explicado en una entrevista en Radio Nacional de España (RNE). "Habrá que ver si en las próximas dos semanas llegamos al pico", ha agregado antes de señalar que "hay que ver cómo seguimos no solo respondiendo, sino también preparándonos para reducir al máximo el riesgo en semanas posteriores".

Neira sí se ha mostrado optimista al pronosticar que el 2022 será el año en que acabe "esta fase tan aguda y devastadora del virus". Así, ha agregado, será necesario "usar los diagnósticos, los tratamientos, la prevención, la vacunación y la inteligencia desarrollada hasta el momento para que este sea el año definitivamente donde el COVID-19 no represente un peligro tan importante".

En este sentido, ha reconocido que la OMS está estudiando la posible menor severidad de ómicron, pero que no está sorprendida por la velocidad de propagación de esta variante. "Atendemos a dos variables importantes: la velocidad de transmisión y la virulencia. La rapidez en la transmisión está ya muy confirmada en Ómicron. En cambio, la menor virulencia no está 100% comprobada, pero esperamos que se confirme lo antes posible", ha señalado Neira.

Por ello, ha reconocido que "sería difícil a estas alturas pensar en una erradicación del virus", ya que, a su juicio, seguirá circulando, aunque con efectos diferentes, debido a vacunaciones y cambios en la transmisión. "Probablemente se quedará y tendremos que estar preparados".

En lo que respecta a la reducción de cuarentenas, implantada la pasada semana en España, Neira ha opinado que "son medidas que uno puede ir adaptando en función de la situación". "Se trata de usar la información que recogemos cada día, observar la evolución del virus de manera inteligente y racional, y ver qué funciona y que no", ha argumentado. En este caso, "con una transmisión tan rápida, con un descenso en las hospitalizaciones de casos severos, podría ser una medida a estudiar".