Preparado para emprender camino un rebaño de más de mil ovejas se ha dejado notar por los campos de un pequeño pueblo navarro.
Cáseda celebra sus II Jornadas de la Trashumancia para rendir homenaje al oficio de pastor, tan ligado a este pueblo. Una tarea de la que apenas quedan profesionales.
Antonio Iriguibel, pastor, dice: "Este oficio va desapareciendo porque no es rentable. Las horas que se meten, los precios no acampañan".
Y la crisis que también se nota.
Antonio señala: "Hace tres años estábamos vendiendo los lechales hasta 78 euros".
En la actualidad difícilmente superan los 60 euros en el mercado. Y a la falta de rentabilidad se le unen las características del propio oficio.
Alfredo Iriguibel, pastor, afirma: "Es una profesión que exige mucho más de lo que crees".
Una oportunidad para que los más pequeños conozcan de cerca lo que significa este oficio, aunque algunos ya tienen claro qué quieren ser de mayor. Otras, en cambio, se lo piensan.
Un pueblo unido desde hace siglos a la trashumancia en el que también encontramos historias que llegan hasta la actualidad.
"Mi padre bajó de un pueblico, de trashumancia, y allí conoció a mi madre y se casaron. Entonces mis hermanos siguen teniendo ovejas", indica una mujer.
Una vuelta a principios del siglo XX.
"Estas costumbres no se deben de perder", afirma un hombre.
Hay que reivindicar que aún quedan rincones para poner en valor este modo de vida.