El padre de Marta del Castillo asegura que no va pedir a la policía que siga buscando el cuerpo de su hija: "Yo a la policía no le voy a pedir nada, yo buscaré como pueda"

Han sido cinco días de rastreos en los que un equipo de buzos de los GEO ha examinado a fondo las profundidades del Guadalquivir sin éxito.

En el agua encuentran una escopeta de aire comprimido, bloques de hormigón, un hueso de vaca, botellas, troncos de madera y una bicileta oxidada, pero ni rastro del cadáver de Marta ni de ninguno de sus objetos personales.

Según 'La Razón', este mismo miércoles un taxista le confesó al padre de Marta que el día del asesinato de su hija vio a un joven, de negro y con la cara tapada empujar una silla de ruedas, trasladando un bulto.

Un nuevo testimonio que coincide con la de un militar y una enfermera, que esa noche de enero de 2009, aseguran, vieron lo mismo. Las esperanzas aumentan de nuevo el cuarto día de búsqueda cuando un pescador confiesa haber encontrado un fémur en el río.

Los buzos peinaron la zona, haciéndolo también el viernes, sin encontrar nada. Ante la desesperación, el padre de Marta fue a la cárcel a ver a Miguel Carcaño. "No tenía nada que perder, 800 km y un día, es lo único que pierdo" asegura el padre de Marta.

El asesino de Marta asegura que la enterraron en una finca al norte de Sevilla, La Majaloba. Una finca que la policía ya registró hasta en dos ocasiones, sin éxito.

Carcaño ha vuelto a señalar a su hermano."Para él, su hermano la ha tenido que cambiar de sitio, palabras textuales de Miguel Carcaño" señala Antonio del Castillo. Justifica las búsquedas fallidas diciendo que su hermano ha movido el cadáver de sitio.