La China que durante décadas forzó a millones de parejas a tener sólo un hijo ahora está buscando métodos opuestos para animar a los matrimonios a tener dos o más, y una propuesta para multar a quienes tengan sólo un vástago o ninguno ha causado enorme polémica en el país esta semana.

El hipotético plan se publicó en un diario oficial de la provincia de Jiangsu, obra de dos economistas de la Universidad de Nankín (Liu Zhibiao y Zhang Ye) y ha generado una ola de críticas en redes sociales chinas como Weibo o Wechat, comparables a Twitter en Occidente.

La idea de Zhang y Liu incluye por un lado abolir el actual sistema que permite a las parejas chinas tener sólo dos hijos (algo que piden numerosas fuerzas en el país y que podría suceder este año o en 2019) pero desata controversias con el llamado "fondo de maternidad" que propone imponer a toda persona menor de 40 años.

Este colectivo debería aportar un porcentaje de su salario periódicamente mientras no tuvieran hijos o solo uno, aunque una vez que concibieran el segundo podrían retirar ese fondo (y si esto no ocurre nunca, recibirían el dinero al jubilarse).

El plan ha circulado ampliamente en China, donde Gobierno y expertos buscan formas para aumentar la natalidad especialmente en las ciudades para evitar el peligroso envejecimiento de la población y la disminución de la mano de obra que pueda mantener un sistema de pensiones, y muchos han cargado contra él.

"No nos tratan como humanos ni como mujeres, sino como recursos de fertilidad", opinó la escritora feminista Hou Hongbin. "La reproducción debería ser un derecho del ciudadano, no una obligación", señaló otro comentarista en redes sociales.

Un plan así "sólo disminuiría el deseo de la gente de tener más niños", señaló el investigador Yi Fuxian, de la universidad estadounidense de Wisconsin-Madison. El régimen comunista está comenzando a alarmarse por el hecho de que la relajación de las políticas de planificación familiar, permitiendo un segundo hijo a todos los matrimonios, no está teniendo el efecto esperado, ya que en 2017 hubo 630.000 nacimientos menos que en 2016, el primer año en que se aplicó la medida.